Deus ex machina es una técnica narrativa que consiste en la resolución forzada de una trama excesivamente complicada. Originalmente, este concepto nace en el teatro de la Grecia clásica, cuando al final de una obra los personajes se encontraban en una situación muy enredada, sin aparente solución. Para resolver estas situaciones, un actor caracterizado de un dios bajaba en un andamio e imponía su incuestionable palabra como resolución al conflicto. Hoy en día, especialmente en historias dónde lo supernatural no tiene cabida, la fuerza todopoderosa que resuelve de manera forzada posibles tramas complicadas suele ser el azar.
Las implicaciones de caracterización que conlleva el uso de esta técnica, es que cuando un personaje o personajes sale de una situación complicada sin tener que tomar ninguna acción, su evolución queda estancada y por tanto no aprende ninguna lección. Es cierto que en Lost lo sobrenatural tiene cabida, mientras que algunas situaciones se resuelven por azar o por casualidad, también tenemos elementos semidivinos que ayudan a resolver cualquier complicación en la trama.